
El budín de maicena es una opción deliciosa y sin gluten que combina una textura suave y esponjosa con un sabor sutilmente dulce. Ideal para quienes buscan un postre o merienda ligera y libre de gluten, este budín es fácil de preparar y puede ser el acompañante perfecto para un café o té de la tarde. Su simplicidad y delicadeza lo convierten en una elección versátil y apreciada tanto por adultos como por niños. En esta guía, te enseñaremos cómo hacer un budín de maicena casero perfecto, con instrucciones detalladas y variaciones para que puedas personalizarlo a tu gusto.
Descripción del Plato
El budín de maicena es un postre de textura suave y ligera, con una consistencia similar a la de un bizcocho, pero con una mayor esponjosidad. Elaborado principalmente con maicena, huevos y azúcar, el budín tiene un sabor neutro y una estructura aireada que se deshace en la boca. Este postre es ideal para personas con intolerancia al gluten, ya que la maicena actúa como sustituto de la harina de trigo, creando una alternativa deliciosa y apta para dietas sin gluten.
Historia y Origen
El uso de la maicena en la repostería se popularizó en América Latina y Europa a mediados del siglo XX, cuando esta fina harina de maíz comenzó a utilizarse en recetas como bizcochos y budines, especialmente para crear versiones más ligeras y sin gluten. En muchos hogares, el budín de maicena se convirtió en una receta básica, apreciada por su sencillez y versatilidad. Hoy en día, este postre sigue siendo popular, adaptándose a diferentes culturas y estilos de cocina.
Ingredientes
Para preparar un budín de maicena necesitas:
- 200 gramos de maicena
- 100 gramos de azúcar
- 3 huevos
- 100 gramos de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
- 150 ml de leche (o leche vegetal para una versión sin lactosa)