
Las galletas de leche condensada son una opción dulce, suave y perfecta para quienes buscan una receta rápida y deliciosa. Son ideales para acompañar con una taza de café o té, y su textura tierna las convierte en un favorito tanto de adultos como de niños. La leche condensada no solo aporta un toque dulce característico, sino que también añade suavidad y humedad a las galletas, lo que las hace irresistibles. A continuación, te compartimos una receta completa para que disfrutes de estas deliciosas galletas en casa.
Descripción General de la Receta
Las galletas de leche condensada tienen un sabor único y una textura suave que se deshace en la boca. Al mezclar ingredientes sencillos como leche condensada, mantequilla y harina, se logra una masa cremosa y deliciosa. Son perfectas para cualquier ocasión, ya sea como postre en reuniones familiares, meriendas o incluso para regalar. Esta receta es ideal tanto para principiantes en la repostería como para expertos, ya que es rápida, fácil y no requiere de equipos sofisticados.
Historia y Origen
La leche condensada es un ingrediente que se originó en el siglo XIX y rápidamente se hizo popular en la cocina por su durabilidad y versatilidad en recetas dulces. Con el tiempo, la leche condensada se integró en múltiples postres alrededor del mundo, siendo las galletas uno de los más queridos. La combinación de su cremosidad con el sabor delicado de la mantequilla convierte a estas galletas en un clásico, especialmente en América Latina, donde son especialmente populares en festividades y ocasiones especiales.
Ingredientes
Para aproximadamente 20-25 galletas de leche condensada, necesitarás:
- 200 gramos de leche condensada
- 100 gramos de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 1 huevo
- 250 gramos de harina de trigo
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
- Una pizca de sal