Instrucciones
Preparación de la masa:
- Mezclar los ingredientes secos: En un tazón grande, combina la harina, el azúcar, el polvo para hornear y la pizca de sal.
- Agregar los ingredientes líquidos: Haz un hueco en el centro de la mezcla seca y agrega los huevos, la leche y la mantequilla derretida.
- Amasar: Mezcla bien hasta obtener una masa uniforme. Si está pegajosa, añade un poco más de harina; si está seca, agrega una cucharada de leche. La masa debe ser suave y fácil de manejar.
- Reposar: Cubre la masa con un paño limpio y déjala reposar durante 15-20 minutos.
Formar las rosquitas:
- Dar forma: Divide la masa en pequeñas porciones del tamaño de una nuez. Rueda cada porción entre tus manos para formar cilindros delgados y une los extremos para crear rosquitas.
- Preparar para cocinar: Coloca las rosquitas en una superficie ligeramente enharinada mientras terminas de formar el resto.
Cocción:
Método 1: Freír
- Calentar el aceite: En una sartén profunda, calienta suficiente aceite para cubrir las rosquitas. La temperatura ideal es de 180°C (puedes probar con un pedacito de masa; debe burbujear suavemente).
- Freír: Coloca las rosquitas en el aceite caliente y fríelas hasta que estén doradas por ambos lados, volteándolas una vez.
- Escurrir: Retíralas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Método 2: Hornear
- Preparar el horno: Precalienta el horno a 180°C y cubre una bandeja para hornear con papel encerado.
- Hornear: Coloca las rosquitas en la bandeja y hornea durante 15-20 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas.
Decoración:
- Espolvorear o bañar: Si lo deseas, espolvorea las rosquitas con azúcar glas o una mezcla de azúcar y canela mientras aún están calientes. También puedes sumergirlas en un glaseado y dejarlas secar antes de servir.
Sugerencias para Servir
- Para acompañar: Sirve las rosquitas con una taza de café, té o chocolate caliente.
- Con un toque especial: Acompáñalas con mermeladas o miel para un sabor diferente.
- Para almacenar: Guarda las rosquitas en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante 3-4 días.
Variaciones de la Receta
- Con sabores adicionales: Agrega ralladura de limón o naranja a la masa para un toque cítrico.
- Rellenas: Forma las rosquitas más gruesas y rellénalas con mermelada o dulce de leche antes de freírlas o hornearlas.
- Más saludables: Sustituye una parte de la harina de trigo por harina integral y opta por hornear en lugar de freír.
Beneficios para la Salud
Aunque las rosquitas son un antojo dulce, puedes hacerlas más nutritivas con pequeños cambios:
- Menos azúcar: Reduce la cantidad de azúcar en la masa o utiliza endulzantes naturales.
- Horneadas: Al hornearlas, se reduce significativamente el contenido de grasa.
- Ingredientes naturales: Usa harina integral y evita conservadores al hacerlas en casa.
Preguntas Frecuentes
¿Puedo hacer la masa con antelación?
Sí, puedes preparar la masa y guardarla en el refrigerador hasta por 24 horas. Recuerda dejarla a temperatura ambiente antes de usarla.
¿Qué hago si no tengo polvo para hornear?
Puedes usar bicarbonato de sodio mezclado con unas gotas de jugo de limón como sustituto.
¿Puedo congelar las rosquitas?
Sí, una vez frías, colócalas en un recipiente hermético y congélalas por hasta un mes. Caliéntalas ligeramente antes de servir.
¿Son adecuadas para niños?
Por supuesto, las rosquitas son un snack ideal para los más pequeños, especialmente si las preparas horneadas y con menos azúcar.
Conclusión
Las rosquitas riquísimas y sencillas son una receta clásica que combina lo mejor de la repostería casera: sabor, facilidad y versatilidad. Con ingredientes básicos y un poco de creatividad, puedes disfrutar de este delicioso postre en cualquier momento. Ya sea que prefieras freírlas, hornearlas o decorarlas a tu gusto, estas rosquitas son un verdadero placer que reúne a la familia alrededor de la mesa. ¡Anímate a prepararlas y sorprende a todos con su sabor!